Alguien dijo una vez que España es el país de los bares y las cafeterías. El derecho al disfrute de unos, muchas veces se ve contrapuesto con el descanso de otros, surgiendo un enfrentamiento costoso en dinero y salud, que en muchos casos, se pueden evitar con la buena voluntad de ambos.
Para evitar el ruido a altas horas de la noche en las tareas de limpieza y cierre del local, sin provocar molestias a los vecinos colindantes, se recomienda:

1.- Si es posible, realizar las tareas de limpieza en horario diurno antes de abrir el local al público, en vez de realizarlo al finalizar la jornada.

2.- Llevar un buen mantenimiento de las estructuras metálicas (rejas o puertas metálicas) con grasa, aceites o lubricantes para evitar la oxidación y favorecer su manejo de manera más silenciosa.

3.- No rodar las mesas y las sillas, y en tal caso, usar tacos de caucho o conteras de goma en las patas de las mesas y sillas. El ruido por golpes y vibraciones es diferente al producido por música o voces, pueden llegar amplificados al vecindario.

4.- Evitar ruidos bruscos o música superior a 30 dB A puesto que las ondas se propagan con gran facilidad por las estructuras del edificio y en algunos casos pueden producir reverberación amplificándose en las viviendas colindantes. La OMS y la legislación actual señalan de 30 a 35 dB el ruido máximo a partir de las 22:30 para permitir el descanso.

5.- Recordar que no es lo mismo el sonido agudo que el grave y en el silencio de la noche no existen otros ruidos que los contrarresten.

6.- Utilizar auriculares, o similares, para escuchar música a nivel personal en las tareas de limpieza, evitando la música en todo el local.

7.- Anticiparse a las posibles quejas vecinales o denuncias judiciales por actividad molesta e insalubre e insonorizar adecuadamente el local según las recomendaciones técnicas específicas para el aislamiento acústico de locales.