Consumismo ideal.
Tras la gran crisis de 1929 y la resurrección económica de Estados Unidos al suministrar recursos, energía y tecnología al resto del mundo durante la segunda guerra mundial, Víctor Lebow planteó la solución para mantener el crecimiento económico del país: EL CONSUMISMO.
“"Nuestra economía, enormemente productiva, exige que hagamos del consumo nuestro estilo de vida, que convirtamos el comprar y utilizar bienes, en auténticos rituales, que busquemos nuestra satisfacción espiritual, la satisfacción del ego, en el consumir... necesitamos que se consuman cosas, se quemen, se sustituyan, y se tiren, todo ello a un ritmo cada vez más rápido".
Y así se hizo. Hasta en el país más pobre se ha arraigado y se ha hecho propio, con sus singularidades y peculiaridades según las circunstancias de la sociedad. En Canarias, comenzó después de las penurias de la pobreza y la emigración, pasando por el boom turístico y la burbuja del ladrillo.
Para cada etapa, los seguidores de Lebow diseñan continuamente nuevas estrategias como la obsolescencia rápida – cuanto más rápido tengamos o nos sintamos obligados a cambiar un artículo por otro nuevo, mejor – de este modo el mercado no alcanzará la saturación y la economía fluirá, independientemente del gasto ambiental que tenga.
¿Cómo provocar esta exigencia en la sociedad?, muy simple: invirtiendo la pirámide de Maslow, atacando la autorrealización, bienestar, reconocimiento o afiliación social y sentimiento de protección de cada persona, de esta forma la pirámide es más vulnerable y las necesidades básicas de cada individuo aunque estén cubiertas, se percibirán con mayor insatisfacción y frustración ya que siempre será imposible alcanzar este ideal.
Es tiempo de cambio.
Han pasado varias décadas y el país, el planeta vuelve a verse inmerso en una nueva crisis a la que se le puede añadir cualquier adjetivo ¿económica? ¿social? ¿ambiental? … pero esta vez, no debemos volver a cometer los mismos errores del pasado. Como bien dijo Einstein: Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo. No podemos resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos.
Es tiempo de consumo responsable, comercio justo y agricultura ecológica, aplicando la imaginación y la innovación.
Tras la gran crisis de 1929 y la resurrección económica de Estados Unidos al suministrar recursos, energía y tecnología al resto del mundo durante la segunda guerra mundial, Víctor Lebow planteó la solución para mantener el crecimiento económico del país: EL CONSUMISMO.
“"Nuestra economía, enormemente productiva, exige que hagamos del consumo nuestro estilo de vida, que convirtamos el comprar y utilizar bienes, en auténticos rituales, que busquemos nuestra satisfacción espiritual, la satisfacción del ego, en el consumir... necesitamos que se consuman cosas, se quemen, se sustituyan, y se tiren, todo ello a un ritmo cada vez más rápido".
Y así se hizo. Hasta en el país más pobre se ha arraigado y se ha hecho propio, con sus singularidades y peculiaridades según las circunstancias de la sociedad. En Canarias, comenzó después de las penurias de la pobreza y la emigración, pasando por el boom turístico y la burbuja del ladrillo.
Para cada etapa, los seguidores de Lebow diseñan continuamente nuevas estrategias como la obsolescencia rápida – cuanto más rápido tengamos o nos sintamos obligados a cambiar un artículo por otro nuevo, mejor – de este modo el mercado no alcanzará la saturación y la economía fluirá, independientemente del gasto ambiental que tenga.
¿Cómo provocar esta exigencia en la sociedad?, muy simple: invirtiendo la pirámide de Maslow, atacando la autorrealización, bienestar, reconocimiento o afiliación social y sentimiento de protección de cada persona, de esta forma la pirámide es más vulnerable y las necesidades básicas de cada individuo aunque estén cubiertas, se percibirán con mayor insatisfacción y frustración ya que siempre será imposible alcanzar este ideal.
Es tiempo de cambio.
Han pasado varias décadas y el país, el planeta vuelve a verse inmerso en una nueva crisis a la que se le puede añadir cualquier adjetivo ¿económica? ¿social? ¿ambiental? … pero esta vez, no debemos volver a cometer los mismos errores del pasado. Como bien dijo Einstein: Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo. No podemos resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos.
Es tiempo de consumo responsable, comercio justo y agricultura ecológica, aplicando la imaginación y la innovación.
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